sábado, 21 de julio de 2012

Importancia de la Integridad


Análisis del artículo “La integridad, un valor que no tiene precio” del autor Azael Pittí.


Escrito por: Laury Sánchez


     Este artículo me ha invitado a reflexionar sobre la importancia de la integridad en la vida de cada individuo y el rol que desempeña este valor en el desarrollo de nuestras relaciones personales y laborales.

     En la sociedad en que vivimos, donde el prejuicio, la mentira, la envidia y  la intolerancia reina en la conciencia y comportamiento de los hombres, la integridad representa aquel valor que nos permite ser cada vez mejores personas, al actuar siempre de manera correcta siguiendo sin duda nuestras creencias y pensamientos. La integridad va relacionada con la rectitud de nuestras acciones y los valores morales que empleamos para vivir una vida correcta y placentera. La persona íntegra es justa consigo misma y con los demás, es recta, bondadosa, sincera, honrada e intachable, cumpliendo sus promesas a pesar de las adversidades y obstáculos.

    La palabra para la persona íntegra representa el mayor compromiso que existe, ya que concibe su palabra como una ley. Debido a esto, es una persona con credibilidad e inspira confianza y sabiduría en todos los aspectos de su vida. 
     Sin integridad, un individuo está expuesto a cometer muchos errores que pueden ocasionar problemas en todos los ambientes en que interactúa, ya sea laboral o familiar.  En las empresas, la falta de integridad personal es una falta grave, los juicios incorrectos afectan severamente la imagen de una empresa. Un ejemplo de esto puede ser la corrupción, donde los colaboradores abusan del poder  de su cargo para sacar un provecho económico o de otra índole.

     Según Gandhi: “Creer en algo y no vivirlo es deshonesto”. Analizando estas sabias palabras, Gandhi nos invita a reflexionar día a día sobre nuestras acciones y pensamientos, y analizar si ponemos en práctica los valores que deben regir nuestra vida como la honradez, la honestidad, la responsabilidad y el respeto entre otros valores.

     La persona íntegra no miente, porque vive de acuerdo a valores que rigen su comportamiento, los factores externos no la transforman, porque sigue sus convicciones diariamente.

    El artículo nos ofrece una guía de cómo ser íntegro en nuestras vidas. Principalmente, señala la necesidad de realizarnos una autoevaluación para  conocernos a nosotros mismos e  identificar nuestras fortalezas y debilidades. Con la identificación de nuestras debilidades, podemos realizar acciones para mejorarlas y así proyectar una mejor imagen hacia los demás.
   El ser integro con los demás, conlleva  no mentir, así se gana la confianza y el respeto de nuestros compañeros, amigos y familiares.

   Cumplir con lo que se promete, es un principio básico en el camino hacia la integridad, la palabra es el camino a la excelencia y el desapego a la mediocridad. La responsabilidad juega un papel importante en la búsqueda de este valor.

   De esta manera, la integridad forma parte del ser del individuo, no es algo que se aprende de un día para otro, se necesita convicción y unos valores morales bien definidos.


   

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